No más abril señoras y señores. Se nos ha terminado el mes amarillo y chillón que quería que se le hiciese más caso. Por eso el berrinche y los tragos y la resaca horrible en la que nos tiene nuestro querido abril. No valen pastillas placebo ni de pavo ni nada por el estilo. Abril ha caído oficialmente enfermo; la única manera de que mejore será prestandole mucha importancia, oyendo pacientemente sus quejas, dándole caldo de pollo a sorbitos, tomando su mano con fuerza y dándole la razón a todo lo que diga (no importa que sean barbaridades). ¿Qué otra cosa se le puede hacer a abril?

Julieta decía: ¿Y si nos encierran para siempre y no nos conocemos nunca más?

Yo le respondía: Eso sería una verdadera lástima.

Tu eres la única Julieta que conozco, y no conocerte sería como admitir impúdicamente, que no conozco ninguna Julieta.

¿Y de las iglesias, llenas de figurillas y estátuas petrificadas y esperpénticas?
¿Y de la lluvia cayendo en las tardes?
¿Y el cafecín?
¿Y los retorcijones de estómago?



Un cerdo elige la píldora roja


¿Y si estuviste?
¿Si ahora no estás?
¿Si nunca estuviste?

Y caminando como suelo hacerlo al Parque Fatídico, (Ex- jardín de Santa Inés) sin pensar en nada específico, hilvanando listas del supermercado, quizá pensando en trivialidades-frivolidades, intentando no reir para mis adentros, ni parecer demasiado serio... con ese aire de despiste que engañaría a cualquiera.

En la intersección de la 3 sur y 9 oriente una mujer que cruza la calle a las 18:25 tapándose la nariz por el nauseabundo aroma de nuestras alcantarillas reventadas por la lluvia torrencial de anoche cruza una rápida mirada conmigo. Hay una impasibilidad absoluta en esas miradas que se cruzan, aunque ya un poco más lejos, guardado bajo la sombra de la gente, una sonrisa fugaz se iluminará y la duda turbará mi lista del supermercado, las trivialidades se disiparán... ¿esos ojos anfibios? ¿ese aire de Aguascalientes?... A esa Mina seguro la conozco.




Foto: © 2009 Eliseí Alcasena.

Abril me pone todo loco

Posted by Alan On abril 22, 2009 1 comentarios



Abril es de esas cosas que pasan cuando estás muy muy sugestionado... Para comenzar abril es demasiado amarillo, demasiado brillante y hay demasiado polen en el aire.

En abril no puedes respirar con regularidad, siempre hay algo que te absorbe y te congestiona, que te revuelve y te deja la nariz embotada. Abril es tener mocos todo el tiempo, es tener que enamorarse irreductiblemente de quien no te hará caso, y perder la fe en el amor el resto del año... pero afortunadamente otro abril llegará y podrás enamorar otra vez. No importa que enamorarse sea un acto que no tenga sentido, que no tenga utilidad alguna, una reverenda pérdida de tiempo...

Abril es Abril Che!





Foto: © 2009 Alan Arroyo.

Persefonea...

Posted by Alan On abril 15, 2009 1 comentarios


Yo la traje en un momento triste; hacía solamente unas horas que habían asesinado a la otra. La sangre ya estaba limpia y el túmulo en el jardín olía a tierra revuelta y húmeda. Persefonea se acomodó sin saber nada, sin presentir nada.

Estuvo conmigo durante 3 estaciones, la muy cabrona seguía atacándome, desafiándome, seguía haciendo escándalo toda la noche... me gustan las caprichosas, arpías devora hombres, me gustaba ella.

Un buen día se me murió... todavía la pude ver en la mañana desayunando tranquilamente, después la encontré inmóvil, con los ojos muy abiertos. Se sentía extraordinariamente suave, se había convertido en una criatura infinitamente dócil al perder ese peso del alma.

La llevé al jardín y la enterré también, a ella le tocó la tierra seca y la pala vieja... No había de tenerle tantas consideraciones. La robé del orco y ahora estaba de regreso. Era fina, bella, encantadora y maniática: Persefonita, descansa en paz.





Foto: © 2009 Alan Arroyo.

Sin título #1

Posted by Alan On abril 13, 2009 3 comentarios

He notado algo curioso en la manera de tomar a la gente… La gente te agarra te toca, te manosea, te impregna con su sudor, con su saliva, te deja lleno de su hedor dulzón, o repugnante o ininteligible. A veces te encuentras con alientos alcohólicos, alientos sofocantes, crudelísimos o pesticidas. Pero, ¿qué se siente tomar a la gente en tus manos? Aprisionar una existencia entre tus manos…

Cuando intentas encerrar esas existencias en tus manos puedes sentir muchas cosas, la calidez de la piel, la vibración y contracción de cada músculo, la grasa, el sebo, la sal, los huesos debajo y la sangre por dentro.

Rodearlas por la cintura es una buena forma de conocerlas. Sentirás inmediatamente si son las santurronas subyugadas que te aburrirán. Sentirás si son aquellas que jamás podrás controlar, de esas que sueltan pisotones en el momento menos esperado para correr de tu lado; también las hay que parecen contener en sus caderas un momento idílico interminable, por eso las retienes todo lo posible. El único problema de conocerlas así, es que tendrás que cambiar; deberás dejar de pensar en las palabras, en las charlas, en sus ojos, en cualquier cosa que te distraiga de esa piel, de esos finos vellos, de esas protuberancias y los pliegues y los surcos entre tus manos…





Foto: © 2009 Aura Mercado.

Monetizar veinte años cosidos a retazos

Posted by Alan On abril 10, 2009 1 comentarios


No lo voy a negar, me gusta escurrirme en vanidad, me gusta que me digan a cada tanto que se me quiere y más que querer, me seduce la idea de ser amado...

Y al obsesionarme con eso del amor, inesperadamente me topé un par de veces con él, y naturalmente en mi inmensa vanidad pensé que lo iba a dominar, a subyugar, lo iba a tener en mis manos, será mi juguete, puro sentimentalismo y calor de cuerpos que se frotan.

Aún así, nunca me interesó ninguna relación, eso de crear lazos, historias, reclamos, llantos al unísono, comida chatarra, la tele en domingo, tu madre en pantuflas, la cara de perro, la sonrisa torva, el asco, el sexo sin pedos, las penas con pan... eso sí nunca me interesó, me conformaba con tener flitreos por doquier, citas que no sirven para nada, un montón de palabras gastadas en situaciones gastadas... solamente para llenar un hueco, un terrible, fatídico y ridículo agujero justo en el medio del Zerdo...





Foto: © 2009 Alan Arroyo.