Estoy suspendida...
Sobre la cama espera un libro de llamativa portada roja: sé que quiero leerlo pero me distraigo.
En algún otro lugar de la casa hay un piano sin maquinaria que también espera y termino abandonándolo: si está vacío, hay que discriminarlo, soy demasiado intelectualoide como para flirtear con algo hueco (a veces)...
El teclado no cede; los ojos están cada vez más necios, se cansan fácilmente...
La mente se embota frente a la pantalla...
Parpadean ventanitas de conversaciones triviales, repetidas hasta el cansancio (no todas)...
Esto es un asco, tengo sueño... no puedo construir una frase decente...
Al diablo...
Sobre la cama espera un libro de llamativa portada roja: sé que quiero leerlo pero me distraigo.
En algún otro lugar de la casa hay un piano sin maquinaria que también espera y termino abandonándolo: si está vacío, hay que discriminarlo, soy demasiado intelectualoide como para flirtear con algo hueco (a veces)...
El teclado no cede; los ojos están cada vez más necios, se cansan fácilmente...
La mente se embota frente a la pantalla...
Parpadean ventanitas de conversaciones triviales, repetidas hasta el cansancio (no todas)...
Esto es un asco, tengo sueño... no puedo construir una frase decente...
Al diablo...
1 comentarios:
Si creo que seas demasiado intelectualoide, pero creo que nunca te ha molestado flitrear con nada ni con nadie, ¡así que no mientas! je je...
Abrazos...
Z(x)
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