-¿Yo?
-!Pero claro! ¿A quién más podría estarle hablando?
-Venga hombre, ¿qué te hice?
-Me hiciste amar pendejo, eso es lo que me hiciste.
-Caray Arroyo, no te pongas así, sabes que no es mi culpa, solamente hago mi trabajo.
-Me importa un rábano picante si es tu trabajo o un pasatiempo malsano.
-Antes me tenías más respeto Arroyo.
-Antes te admiraba gordo con alitas (alas de pollo frito en aceite de cacahuate), pero estoy cansado de sentir ¿sabes?, necesito que me dejes en paz, no me dejas concentrarme.
-Lo siento chiquito, sabes que soy tu Dios, no me voy tan fácil.
-No me importa imbécil, cualquiera necesita unas vacaciones de ti.
///Y yo soy muy cualquiera
Foto © 2010 Lucía BzVz
2 comentarios:
Ah, ese demonio con alas ridículas. Cómo dificulta las cosas.
qué liiinda entrada =)
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