Sexo

Posted by Alan On septiembre 14, 2008 2 comentarios



Uno se va acordando de historias que encajan en muchos lados. Al habar de sexo, vienen a nuestra cabeza imágenes fuertes o tiernas.

Algunos, ríen por lo bajo y comienzan a recordar cuando le quitaban la ropa, cuando le decían porquerías al oído (en voz muy queda)... aunque no todos tienen tan buena suerte:

Teluminus y Nadine son corrientes, vulgares, como gustéis llamarlos. Pero no por eso podemos dejar de considerarlos. Es casi como intentar desembarazarnos de los gringos diciendo que: les gustan las hamburguesas, los concursos de comer hot-dogs, dispararse entre ellos, etc. pero, a decir verdad, no son nada pendejos.

Una tarde amarilla y pinceleada con azules llegaron tomados de la mano al "Sitio", el "Sitio" no era más que una cueva a uno doscientos metros de la cabaña de Vinci. Ese lugar se había vuelto casi como un hogar para ellos después de tantas visitas. Ya tenía pinta de casa: una mesa de madera hinchada, piedras amontonadas para hacer de sillas, y una alfombra que olía a cenizas, humedad, y gritos agudos.

Ya estaban todos ahí, y habían traído algo verdaderamente fuerte. Los esperaban con impaciencia mientas lanzaban miradas compulsivas al centro de la mesa, donde descansaba en su jaula el pequeño demonio alado que iba a ser sacrificado. Nadine saludó despreocupadamente y miró al demonio a los ojos por largo rato.

-Ya estamos todos -dijo uno de ellos, mientras se ponía un par de guantes de piel para sujetar a la bestia alada.

Todos se quedaron mudos mientras sacaba de la jaula al demonio confuso, se revolvía, mordía y hacía lo posible por escapar. Pero lo tenía bien agarrado, lo metió a la pipa de vidrio que habían improvisado, y quedó atrapado en la burbuja.

El fuego estaba preparado y pusieron la burbuja encima... el demonio cambiaba de color, después solamente aleteó desesperado cuando ya estaba rojo y se esfumó con un ¡puf! que casi sonó cómico de no ser que las tripas estaban desperdigadas por toda la burbuja.

La pipa circuló inmediatamente de mano a mano, y ese vapor negruzco entró y salió de las entrañas de todos. En poco tiempo Nadine ya estaba tendida en la alfombra y todos los hombres estaban sobre ella. Teluminus quedó largo rato mudo, no podía darse el lujo de mostrarse débil. Pero cuando ella abrió las piernas por quinta vez, salió de la cueva sintiendo algo entre repugnancia y odio.

Desde entonces ya no es el mismo... desde entonces trata a las mujeres con desprecio. . . Ahí está el por qué.


Foto: © 2008 Alan Arroyo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

UMMM... bastante interesante Arroyo, sobre todo porque se puede leer algo bastante torcido, claro que el sexo es así.
Me alegra que escribas.

ATTE: Marifer

Anónimo dijo...

No te hagas. Escribes del sexo como si tuvieras mente retorcída, si eres bien sexoso calentón,jaja.
No es cierto ;)

Que buena noticia que tengas un blog, por fin se ánimo querido mancebo.