Monetizar veinte años cosidos a retazos

Posted by Alan On abril 10, 2009 1 comentarios


No lo voy a negar, me gusta escurrirme en vanidad, me gusta que me digan a cada tanto que se me quiere y más que querer, me seduce la idea de ser amado...

Y al obsesionarme con eso del amor, inesperadamente me topé un par de veces con él, y naturalmente en mi inmensa vanidad pensé que lo iba a dominar, a subyugar, lo iba a tener en mis manos, será mi juguete, puro sentimentalismo y calor de cuerpos que se frotan.

Aún así, nunca me interesó ninguna relación, eso de crear lazos, historias, reclamos, llantos al unísono, comida chatarra, la tele en domingo, tu madre en pantuflas, la cara de perro, la sonrisa torva, el asco, el sexo sin pedos, las penas con pan... eso sí nunca me interesó, me conformaba con tener flitreos por doquier, citas que no sirven para nada, un montón de palabras gastadas en situaciones gastadas... solamente para llenar un hueco, un terrible, fatídico y ridículo agujero justo en el medio del Zerdo...





Foto: © 2009 Alan Arroyo.