Sin título #1

Posted by Alan On abril 13, 2009 3 comentarios

He notado algo curioso en la manera de tomar a la gente… La gente te agarra te toca, te manosea, te impregna con su sudor, con su saliva, te deja lleno de su hedor dulzón, o repugnante o ininteligible. A veces te encuentras con alientos alcohólicos, alientos sofocantes, crudelísimos o pesticidas. Pero, ¿qué se siente tomar a la gente en tus manos? Aprisionar una existencia entre tus manos…

Cuando intentas encerrar esas existencias en tus manos puedes sentir muchas cosas, la calidez de la piel, la vibración y contracción de cada músculo, la grasa, el sebo, la sal, los huesos debajo y la sangre por dentro.

Rodearlas por la cintura es una buena forma de conocerlas. Sentirás inmediatamente si son las santurronas subyugadas que te aburrirán. Sentirás si son aquellas que jamás podrás controlar, de esas que sueltan pisotones en el momento menos esperado para correr de tu lado; también las hay que parecen contener en sus caderas un momento idílico interminable, por eso las retienes todo lo posible. El único problema de conocerlas así, es que tendrás que cambiar; deberás dejar de pensar en las palabras, en las charlas, en sus ojos, en cualquier cosa que te distraiga de esa piel, de esos finos vellos, de esas protuberancias y los pliegues y los surcos entre tus manos…





Foto: © 2009 Aura Mercado.

3 comentarios:

Lucia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lucia dijo...

Tu modo de escribir me rompe el corazón. Me gusta tu pensamiento en la más pura naturaleza de las letras, bits o tinta...

Te Quiero

Lucía

P.D.- Un día vas a ver "El lado oscuro del corazón" conmigo ¿Lo Prometes?

Aura dijo...

Yo soy huraña, porque no dejo que me toquen ¿O seré algo peor?

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